Gigean y la Abadía Saint-Félix-de-Montceau

Gigean se encuentra a 14 km de Sète. Atravesado por el Vène y rodeado por la laguna de Thau, el macizo de la Gardiole  y al sur y por una llanura vitícola que se extiende desde las colinas del Moure hasta las afueras de Montpellier.
 

El territorio Gigean ha estado habitado desde tiempos prehistóricos, como lo demuestran los restos hallados en las colinas Gardiole (cuevas funerarias, menhir-Peyre Plantade...). También hay restos de los períodos protohistóricos y pre-romanos, dejados por los pueblos indígenas, íberos, Ligures, Volques...

El siglo XI al XIII Gigean experimentó un período propicio para su desarrollo, durante el cual fueron construidos la iglesia Saint Géniès en Gigean y la Abadía Saint Félix de Montceau, que domina la ciudad, en la Gardiole.
Hasta la segunda mitad del siglo XX, el pueblo de Gigean se dedicó principalmente a la viticultura y poco a poco fue diversificando su actividad económica.

Abadía Saint-Félix-de-Montceau

La Abadía de Saint-Félix-de-Montceau es una antigua abadía situada en el macizo de Gardiole a la que se accede desde Gigean.
Tras los contínuos saqueos que sufría la región del Languedoc, en el siglo XVI se decidió trasladar la abadía a un nuevo edificio situado en el interior de las murallas de la ciudad de Gigean. La abadía abandonada más tarde sirvió como cantera de piedra y permaneció en ruinas hasta 1970, año en que se creó una asociación para el mantenimiento y la restauración del monumento.
En 1953 la iglesia se declaró monumento histórico.